Cómo dar nueva forma a las expectativas de la iglesia
Debemos comenzar una campaña saludable para acomodar las expectativas dañinas en nuestras vidas y congregaciones; y hacerlo poco a poco. Aquí hay algunos consejos de dos autores y pastores veteranos y experimentados, London y Wiseman. Yo elegí algunas para compartir con vos:
1. Manejo de las expectativas: Expectmanagement, según ellos, es la habilidad que necesitamos para dar nueva forma, una forma más realista y espiritual a la vez. Significa que reconoces las expectativas beneficiosas e ignoras las irrealistas. Por supuesto, esto no significa que simplemente pasas por alto todas las expectativas como si fueran una noción de soñadores poco prácticos. En vez de eso, tú respondes al clamor sincero de creyentes que quieren que su iglesia sea mejor, reconocen una idea a la que le ha llegado el tiempo y anticipan lo que se precisará mañana. Sencillamente te enfocas en las expectativas productivas y así les respondes de manera positiva.
2. Redefinir lo que es el servicio, no a través de nociones personales (subjetivas) sino a través de las Escrituras (objetivas).
3. Evaluar las expectativas a través de la Regla de Oro: No esperar de los demás o exigirles a los demás lo que yo mismo no puedo dar.
4. Aceptar la realidad del trabajo sin terminar. El pastorado es tal vez una de las profesiones en donde el trabajo nunca se termina. Mejor aceptarlo tarde que nunca.
5. Diferenciar “unos pocos” de “la mayoría”. No permitir que una minoría determine su enfoque ni su agenda.
6. Enfocarse en el significado del término “pastor”. No es un título o una posición, sino un llamado. ¿Qué quiere Dios que yo como pastor haga en esta tarea hoy?
1. Manejo de las expectativas: Expectmanagement, según ellos, es la habilidad que necesitamos para dar nueva forma, una forma más realista y espiritual a la vez. Significa que reconoces las expectativas beneficiosas e ignoras las irrealistas. Por supuesto, esto no significa que simplemente pasas por alto todas las expectativas como si fueran una noción de soñadores poco prácticos. En vez de eso, tú respondes al clamor sincero de creyentes que quieren que su iglesia sea mejor, reconocen una idea a la que le ha llegado el tiempo y anticipan lo que se precisará mañana. Sencillamente te enfocas en las expectativas productivas y así les respondes de manera positiva.
2. Redefinir lo que es el servicio, no a través de nociones personales (subjetivas) sino a través de las Escrituras (objetivas).
3. Evaluar las expectativas a través de la Regla de Oro: No esperar de los demás o exigirles a los demás lo que yo mismo no puedo dar.
4. Aceptar la realidad del trabajo sin terminar. El pastorado es tal vez una de las profesiones en donde el trabajo nunca se termina. Mejor aceptarlo tarde que nunca.
5. Diferenciar “unos pocos” de “la mayoría”. No permitir que una minoría determine su enfoque ni su agenda.
6. Enfocarse en el significado del término “pastor”. No es un título o una posición, sino un llamado. ¿Qué quiere Dios que yo como pastor haga en esta tarea hoy?
- Marijo Hooft, En el Ojo de la Tormenta
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