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Mostrando entradas de octubre, 2019

Permiso para descansar

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Algunas veces los pastores sentimos que, si descansamos,  les estamos robando ese tiempo a los que están en necesidad, le quitamos ese tiempo a la obra , o tememos secretamente que nos vamos a entusiasmar del descanso y ya no vamos a querer volver a trabajar al ritmo que solíamos hacerlo. Esos también son mitos que están asociados a una teología defectuosa, o a una visión distorsionada de la gracia de Dios. Algo no anda bien en nuestra comprensión de Dios cuando tenemos temor a descansar, a gratificarnos, a darnos un poco de placer en esta vida. No debemos tener temor de descansar demasiado , el alma humana, una vez que está restaurada y llena, se vuelca automáticamente a dar a los demás. Jesús mismo es nuestro ejemplo en esto . Él no esperaba a que cada alma humana estuviera a salvo, que cada cuerpo a su alrededor fuera sanado para retirarse a descansar el cuerpo y el alma. No lo vemos pidiendo permiso para retirarse tampoco , como si estuviera permanentemente “de guardia”, y

El descanso es más que un placer

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Dios, nuestro Padre, creador y fabricante de esta máquina a la que llamamos cuerpo, ser humano, persona, nos ideó de tal forma que el mecanismo debe detenerse y descansar, tanto física como emocionalmente , a riesgo de fundirse y romperse. Cuando no descansamos apropiadamente, algo se rompe dentro de nosotros ; ese equilibrio mental que permite el buen funcionamiento se altera, y ya nada funciona con gracia y armonía. Los engranajes se atascan y finalmente se destruyen. De tal manera esto es así que Dios instituyó un día de descanso . Mandato que, en nuestra sociedad moderna exigente y orientada a los resultados, hemos violado de manera sistemática. Este día de descanso reglado se encuentra en algunos pasajes de la Biblia que conocemos bien, pero que soslayamos haciéndonos los distraídos : Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hi

Relajación al estilo cristiano

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En algunas ocasiones, cuando escuchamos las palabras relajación, meditación u otras similares, nos suenan todas las alarmas y se prenden las luces internas. Pero tranquilo, tranquila, que veremos algunas maneras sugeridas por profesionales cristianos para relajarnos y conciliar el sueño. Hoy en día existe lo que se denomina “ higiene profilaxis del sueño ”, que son técnicas que nos ayudan a desarrollar conductas tendientes a controlar los factores internos y externos que nos impiden tener un descanso reparador. En internet podés encontrar una serie de pautas inocuas que serán de mucha utilidad, entre ellas: Irse a la cama solo cuando se tenga sueño. No usar la cama para realizar otras actividades como estudiar o comer, sino solo para dormir. Evitar las siestas diurnas. No tomar café ni otro tipo de bebidas energizantes después de la tarde. No comer pesado a la noche. Prestar atención a las condiciones ambientales (si hay mucha luz, si está muy encerrado, los ruidos del ext

¿Es estrés? ¿Es burnout?

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¿Son sinónimos? ¿O estamos hablando de cosas diferentes? Veamos un poco de qué se tratan, sin intenciones de meternos en territorio médico. Estrés La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al estrés como “ el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción ”. Dios, nuestro Hacedor, nos creó con este mecanismo de estímulo o alerta para servirnos en situaciones inesperadas de peligro . Cuando el cuerpo y la mente perciben una amenaza, segregan determinadas hormonas y se producen ciertos cambios que tienden a salvarnos del peligro. Pero luego de que la amenaza pasa, el cuerpo regresa a su normal funcionamiento. El problema se da cuando el estado de alerta, o lo que la mente percibe como peligro, se sostiene por demasiado tiempo (por ejemplo, en condiciones laborales bajo mucha presión, en situaciones económicas graves, en medio de un ambiente hostil, lleno de discusiones, etcétera). Burnout Hace veinte o treinta años atrás, se lo conocía como