Permiso para descansar
Algunas veces los pastores sentimos que, si descansamos, les estamos robando ese tiempo a los que están en necesidad, le quitamos ese tiempo a la obra , o tememos secretamente que nos vamos a entusiasmar del descanso y ya no vamos a querer volver a trabajar al ritmo que solíamos hacerlo. Esos también son mitos que están asociados a una teología defectuosa, o a una visión distorsionada de la gracia de Dios. Algo no anda bien en nuestra comprensión de Dios cuando tenemos temor a descansar, a gratificarnos, a darnos un poco de placer en esta vida. No debemos tener temor de descansar demasiado , el alma humana, una vez que está restaurada y llena, se vuelca automáticamente a dar a los demás. Jesús mismo es nuestro ejemplo en esto . Él no esperaba a que cada alma humana estuviera a salvo, que cada cuerpo a su alrededor fuera sanado para retirarse a descansar el cuerpo y el alma. No lo vemos pidiendo permiso para retirarse tampoco , como si estuviera permanentemente “de guardia”, y