Relajación al estilo cristiano

En algunas ocasiones, cuando escuchamos las palabras relajación, meditación u otras similares, nos suenan todas las alarmas y se prenden las luces internas. Pero tranquilo, tranquila, que veremos algunas maneras sugeridas por profesionales cristianos para relajarnos y conciliar el sueño.

Hoy en día existe lo que se denomina “higiene profilaxis del sueño”, que son técnicas que nos ayudan a desarrollar conductas tendientes a controlar los factores internos y externos que nos impiden tener un descanso reparador. En internet podés encontrar una serie de pautas inocuas que serán de mucha utilidad, entre ellas:

  • Irse a la cama solo cuando se tenga sueño. No usar la cama para realizar otras actividades como estudiar o comer, sino solo para dormir.
  • Evitar las siestas diurnas.
  • No tomar café ni otro tipo de bebidas energizantes después de la tarde.
  • No comer pesado a la noche.
  • Prestar atención a las condiciones ambientales (si hay mucha luz, si está muy encerrado, los ruidos del exterior, si hay mascotas, si las sábanas están limpias).
  • A la noche, evitar que el último pensamiento antes de ir a dormir sea un pensamiento problemático. En este caso, evitar charlar con el esposo(a) sobre los problemas laborales (de la iglesia), no revisar el correo electrónico ni mirar las redes sociales antes de cerrar los ojos.



Pero yo quiero presentarte algunas técnicas con las que nos familiarizamos más en nuestra profesión espiritual. El Dr. Jorge León, psicólogo con más de 50 años de profesión y de pastorado, recomienda estos pasos: Acostarse, relajarse, visualizar y tener comunión, actividades que van entrelazadas con la oración. Está basado en el Salmo 4:8 que dice: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”.

Con la relajación le entregamos al Señor el cuerpo; con la visualización, la mente; y con la experiencia mística, el alma.

- Marijo Hooft, En el Ojo de la Tormenta

Comentarios

Entradas populares de este blog

Resiliencia: mucho más que reparar lo que se ha roto

La cuestión del placer

Consecuencias de violar las leyes en el plano natural